Dios nos va moldeando a su forma de ver las cosas a su forma de pensar, a su forma de hablar. Antes nos llenábamos de temor, de pensamientos y de que no somos capaces de hacer esto o aquello. Nos llenábamos de muchas dudas. Pero al encuentro la verdad de Jesucristo nos damos cuenta que todo lo logramos gracias a Él de que somos más que vencedores ya que nunca más dependeremos de nuestras propias fuerzas