Sus manos se aplican al telar y sus dedos manejan la aguja. Tiene sus manos al necesitado y ofrece su ayuda al indigente. No teme por su familia cuando nieve pues todos los suyos van bien abrigados. Fabrica sus propias mantas y se viste con las telas más finas. Su marido es conocido en la ciudad y se sienta con los ancianos del lugar. Teje y vende prendas de lino y provee de cinturones al comerciante. Va vestida de fuerza y dignidad y mira con optimismo al porvenir