El problema es no poder salir, pero también no poder entrar o no poder quedarse. También está una cárcel que es de alguien, que es que alguien o todos digan cómo es uno, lo que no es y lo que nunca va a ser. Hay otra cárcel que es la venganza. No sabemos si la venganza es una memoria que perdió cualquier refugio de belleza. No queremos ser los prisioneros, ni los reos, ni los sentenciados, ni los condenados